Omar Romero, la bujía de Venezuela

Por: Daniel Álavez
@danielalvarez_16
Todos los venezolanos tenemos que sentirnos orgullosos por el trabajo realizado por José Altuve con los Astros de Houston en los últimos años, pues se ha convertido en uno de los mejores peloteros de las Grandes Ligas (o quizás el mejor). Pero lo cierto es que para llegar a ese nivel, el “pequeño gigante” de los Astros de Houston tuvo que comenzar a temprana edad en el béisbol.
Venezuela se ha caracterizado históricamente por la cantidad de peloteros extraordinarios que han nacido allí y si por algo debemos quedarnos tranquilos, es por el futuro y la generación de relevo que vendrá en algunos años.
Uno de esos futuros “Big Leaguers” es Omar Romero, un joven de apenas 12 años que cautivó a todos los que lo vieron disputando el torneo de la Serie Mundial de Pequeñas Ligas.
“Comencé a jugar béisbol a los tres años, me empezó a gustar después de ver los juegos de mi papá. Él me llevaba a los juegos y me ponía a lanzarme de cabeza en primera, segunda, home y todos lados. Todavía voy a sus juegos, me tira rollings, me pone a batear y hago muchas cosas con él en el campo.” Comentó Romero acerca de cómo nació su amor por la pelota.
Jugar en Williamsport es un sueño para todos aquellos que practican este deporte y alguna vez han visto esta competición a través de ESPN. “Fue una experiencia muy pero muy bonita. En realidad, es imposible de olvidar las cosas que aprendimos con los otros equipos.”
Algo que destacó del joven pelotero fue su compañerismo y la manera correcta de jugar al béisbol, no solo por su actuación en el terreno, sino por la actitud que mostró en todo momento, apoyando a sus compañeros e incluso animando a sus rivales luego de haberlos derrotado.
Para Omar, representar a Venezuela fue algo muy bonito, pues dice que lo mejor fue ver a los venezolanos estar orgullosos de ellos tras poner el nombre del país en alto.
Es inusual que, a tan corta edad, un muchacho como Romero tenga que estar rodeado de tantas cámaras y con todo ese público observándolo, pero esto fue algo muy grato para él. “Mucha felicidad con la gente que me rodeaba. Me pedían autógrafos, incluso los camarógrafos lo hicieron.”
Ya sabemos que, en algunos años, muchas más cámaras lo podrán estar rodeando.
“Mi meta es llegar hasta las Grandes Ligas con el favor de Dios. Seguir adelante trabajando duro para poder realizar mi sueño más grande. Ya se me cumplió uno, que era ir a Williamsport.”
Teniendo a José Altuve y Rougned Odor como jugadores favoritos, Omar Romero no piensa en aquello de que la estatura no importa, pues fue uno de los mejores jugadores del torneo, siendo a su vez el más bajito de toda la competición. El trabajo fuerte, la disciplina y la humildad, son las características de este “chamito” que algún día pudiéramos ver en el mejor beisbol del mundo.