La magia de ser un sideral

La noche del sábado, los Astros de Houston realizaron el No Hit No Run número 12 en su historia de la Organización, con gran salida del derecho Aaron Sánchez, luego relevo de Will Harris, Joe Biagni y Chris Devensky, ante los Marineros de Seattle.
Pedro Felipe Hernández / @pfhernandez7
La proeza del Juego sin hit ni carreras combinado, causó la emoción en el Minute Maid Park cuando Josh Reddick capturó el último out en el noveno episodio.
En la ciudad de Houston no puede haber una persona más feliz de llegar a lucir el uniforme de los Astros, como le sucedió esa noche al serpentinero Aaron Sánchez, quien llegó vía cambio desde los Azulejos de Toronto y no recibió la suficiente atención el mismo día, por la llegada a última hora del Cy Young, Zack Greinke.
No obstante, su momento llegó y por todo lo alto.
¿Por qué se comenta que, no debe existir persona más feliz de ser un sideral?, pues, porque antes de la decisión de montarse en el tren de los Astros, Sánchez no había tenido una salida victoriosa desde el 27 de abril, cuando derrotó a los Atléticos de Oakland en cinco entradas con dos hits permitidos, una carrera y cuatro ponches recetados. Desde ese entonces la formula no estaba de su lado.
Cayó derrotado en 13 oportunidades, que lo llevaron a ser el lanzador con más reveses en la campaña (14).
Sánchez, quien dejó Toronto con una efectividad de 6.07 y 1.69 WHIP, mantuvo a los Marineros sin hits durante seis entradas. Vio a los relevistas Will Harris, Joe Biagini y Chris Devenski terminar el segundo juego sin hits combinado contra Seattle este año. Los Dodgers de Los Ángeles lo hicieron el 12 de julio.
«Es difícil venir a un equipo y sentir que puedes contribuir de una manera cuando ya son tan buenos», dijo Sánchez. «Han sido 48 horas increíbles, y para que hoy termine como terminó, estoy muy feliz».
El sin hit fue el primero de Houston desde que Mike Fiers lo logró ante a los Dodgers en 2015 y fue el segundo sin hit combinado del club. El otro llegó el 11 de junio de 2003, cuando Roy Oswalt, Pete Munro, Kirk Saarloos, Brad Lidge, Octavio Dotel y Billy Wagner lo hicieron en el Yankee Stadium.
Es la sexta campaña en las Mayores para el serpentinero de 26 años de edad y aunque en 2016, lució una efectividad de 3.00 (la mejor de la Liga Americana en ese curso), ganó 15 encuentros y perdió dos en 30 presentaciones de 192.0 entradas en total, participó en su primer y único, hasta la fecha, Juego de Las Estrellas y terminó séptimo en la carrera por el premio Cy Young.
El cambio de aires le hizo bien, un debut soñado y eso, lo pudo compensar con un dominio extraordinario de sus envíos.
Los ajustes en el repertorio de Sánchez fueron evidentes. Lanzó más bolas curvas y bolas rápidas de cuatro costuras, que es la misma estrategia que le permitió a Cole, Morton y otros prosperar. Solo cuatro lanzadores calificados tuvieron una mayor velocidad de giro en su bola curva entrando el sábado que Sánchez, quien lanzó 27 bolas curvas desde sus 92 lanzamientos (29 por ciento). Había lanzado solo 22 por ciento de bolas curvas al entrar al juego.
“Lancé mucho más de lo que tenía en aperturas anteriores, lo que me ayudó mucho”, confesó Sánchez. “Supongo que la situación de esta noche me obligó a lanzar la bola curva. Fue un buen lanzamiento «.
De las 27 bolas curvas lanzadas por Sánchez, otorgó cinco ponches tirandole, seis ponches sin abanicar, tres outs de elevados de foul y dos bolas que se pusieron en juego, que tenían una velocidad de salida promedio de 61.4 mph. Retiró a 18 de los 21 bateadores que enfrentó, permitiendo dos caminatas y ponchando a seis.
«Es A-plus», describió el mánager AJ Hinch. “Es una bola quebrada increíble, increíble. Hemos tenido algunos buenos en mi tiempo aquí. Es un gran lanzamiento para él, especialmente cuando lo consigue para un strike”.
Hasta el rival se dio cuenta que Aaron Sánchez no era el mismo tirador que los Marineros de Seattle habían enfrentado en el pasado.
«Sánchez lanzó diferente esta noche de lo que suele hacer», reconoció el estratega de los Marineros, Scott Servais. «Al entrar en el juego, sabemos lo que a Houston le gusta que hagan sus muchachos. Rápidamente se unió a lo que les gusta hacer allí, y obtuvo resultados esta noche. Tienes que darle crédito. Estaba montando sus rectas de cuatro costuras en la zona. Por lo general, ha tenido más de dos costuras. Pero hizo un buen trabajo esta noche».
Esto fue solo el inicio de Sánchez en la era de Houston y ahora falta más por delante, pero ya se pueden ver algunos resultados, que la rotación Justin Verlander, Gerrit Cole, Wide Miley y Zack Greinke, puede contar ampliamente en los envíos de Aaron Sánchez.