Los Dodgers y el fucú de octubre. Adiós Dave Roberts

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Los Dodgers sufren la peor caída de la década y su dirigente debería pagar los platos rotos.

Por: Eliezer González / @eliegonzalezc.

La hegemonía que han ejercido los azules desde 2013 es digna de admirar, logrando la racha activa más larga de clasificación a la postemporada con siete visitas seguidas, y no solo eso, alcanzando el banderín divisional en cada una de estas campañas. La seguidilla de los Dodgers es la tercera más prolongada de todos los tiempos (Bravos tuvo una de 14 años y los Yanquis una de 13).

Sin embargo, ¿De qué ha valido esto? Cero campeonatos en este espacio y en 2019 sufrieron la debacle más abrumadora de la franquicia en esta década. Cedieron la Serie Divisional en el máximo de partidos posibles ante los Nacionales de Washington, que si bien es cierto que estos ‘Nats’ están lejos de ser un equipo flojo (y más con el monstruo de tres cabezas que tienen de rotación), no menos ciertos es que cualquier cosa menor a un campeonato para los Dodgers sería una nueva decepción ya que habían disputado las últimas dos Serie Mundiales.

Los californianos fueron incapaces de batear frente a los capitalinos algo que no debería sorprender si vemos la historia reciente del equipo en la postemporada. Pero, antes de pasar a esto, es bueno destacar lo siguiente: Para el inicio de la temporada, muchos indicaban que estos Dodgers lucían relativamente más débil tras ceder en canje al cubano Yasiel Puig y perder en la agencia libre al dominicano Manny Machado y el también antillano Yasmani Grandal, a esto los azules le restaron importancia, haciendo que todos silencien y traguen sus palabras logrando el mejor récord de la Liga Nacional y el segundo mejor del béisbol ganando 106 partidos.

Desde el 2015, Los Ángeles no se iban tan rápido en postemporada cuando igualmente perdieron en el máximo de cinco partidos en la Serie Divisional contra los Mets de Nueva York. El que pareciera un genio de temporada regular e histórico primer dirigente en lograr el banderín en cada una de sus primeras cuatro compañas completas al frente de un conjunto, podría estar en la silla caliente y ¿Por qué no? Adiós Dave Roberts.

Frente a los Nacionales, los Dodgers ligaron un pobre promedio de bate colectivo de .220, No. 8 entre los 10 equipos que llegaron al menos a disputar el partido entre comodines. ¿Sorpresa? Realmente no la hay, si observamos el siguiente listado:

Dodgers que han jugado al menos tres de estas últimas siete postemporadas del equipo:

Jugador: AVG, OBP, SO, AB

  • Cody Bellinger: .178, .235, 52, 135
  • Corey Seager: .203, .275, 41, 118
  • Enrique Hernández: .213, .333, 26, 94
  • Chris Taylor: .255, .392, 27, 106
  • Yasmani Grandal: .108, .266, 35, 74
  • Joc Pederson: .239, .326, 43, 117
  • Andre Ethier: .246, .345, 34, 126
  • Matt Kemp: .235, .275, 34, 102
  • Adrián González: .234, .263, 26, 124
  • Juan Uribe: .196, .296, 17. 56

(Numeritos de por vida con el uniforme de los Dodgers).

A Dios lo que es a Dios y al César lo que es del César; y en la postemporada no pega una el pitcher Clayton Kershaw

De los mejores números históricos sino el mejor en temporada regular a los peores sino el peor en postemporada, la historia de nunca acabar de Clayton Kershaw, quien no lo pudo hacer desde el inicio ni desde el bullpen contra los Nacionales agregando más negatividad a su récord de ‘playoff’, ahora de 4-11, y su porcentaje de carreras limpias, ahora de 4.43.

El sindrome de Estocolmo

Dave Roberts heredó de Don Mattingly un equipo que funcionaba en temporada regular y no podemos restar méritos a que verdaderamente transformó a esta escuadra de una que se clasificaba a otra que cada año, bajo su mando, sale entre los favoritos para ganarlo todo. Y aunque al momento de esta nota, el ‘LA Times’ confirma el regreso del nacido en Japón para 2020 al frente de esta novena, sus días en el puesto están contados, pues, ‘la soga se parte por lo más débil’ y para mover a 25 jugadores, mejor se prescinde del piloto. Joe Maddon anda por ahí y los Dodgers, obligados a ganar, siguen vacilando a la hora de apretar del botón del ‘goodbye’ contra Roberts.

¿Por qué Roberts olvidó la fórmula que tanto le resultó antes del Juego 5 para enfrentar a Rendón y a Soto cuando llamaba al bullpen? ¿Por qué dejar a Joe Kelly y no traer a Kenley Jansen y preferir llenar las bases? Emulando aquel movimiento de Buck Showalter cuando injustificadamente se guardó a Zack Britton en 2016 en un partido entre comodines contra Toronto dirigiendo a Baltimore.

Esos pequeños detalles significaron seis carreras más que llegaron producto de tres jonrones, el último, uno con las bases llenas de Howie Kendrick que desmoralizó al equipo y los mandó a tierra del olvido cuando Kenta Maeda enfrentó a todo mundo desde el bullpen dejando efectividad de 0.00 tras no permitir libertades en 4.2 entradas en las que abanicó a siete hombres y por otro lado, Adam Kolarek había salido exclusivamente a enfrentar a Juan Soto en toda la eliminatoria, a quien limitó a un 3-0 con dos ponches. Por su parte, Kenley Jansen tampoco permitió carreras en los 1.2 episodios de labor que recibió por parte de Roberts, y de por vida su efectividad es de 2.01 en la postemporada, además de un WHIP de 0.79.

El éxito de temporada regular que ha traído Roberts al conjunto presidido por Andrew Friedman, y que tiene como dueños a un grupo que lidera Magic Johnson, ha aferrado a los Dodgers a este dirigente, pero hasta cuándo se darán cuenta los de California de que este equipo debe hacer cada movimiento pensando en octubre porque ha quedado demostrado con el tiempo que la postemporada es solo cuestión de formalidad para ellos.

Por último, pero no menos importante, hay que mencionar al fiasco de A.J. Pollock, quien en enero firmara con Los Ángeles contrato de cuatro temporada y una cifra cercana a los 60 millones de dólares, lejos de ser una apuesta, el fichaje de Pollock por el monto lucía ‘estelar’, y quién se quedaría con un lugar en los jardines dejado por Yasiel Puig. Pollock en la postemporada no pegó ni un solo hit y se ponchó en 11 de los 13 turnos que tomó al bate, horrible si lo comparamos con el promedio de bateo de por vida del cubano en eliminatorias de .280 y el dejado en los playoffs de 2018 de .300.

Esperamos sus comentarios y opiniones en mi cuenta @eliegonzalezc, así como sus sugerencias sobre temas a leer en esta columna utilizando la etiqueta “#BeisbolEnLaSala.

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