Alex Romero entra en cuenta regresiva para llegar a 1.000 hits

Jesús David Castellano / @_JDCastellano

Con imparable en el Clásico de la Chinita el sábado ante los Tigres de Aragua, Alex Romero llegó a 990 hits en su carrera en LVBP. De esta forma, entra en la recta final para tratar de conseguir los 1.000 inatrapables y darle un clímax especial a su temporada de retiro del béisbol profesional venezolano.

Hace poco más de 15 días cuando compareció frente al circuito radial de las Águilas del Zulia, habló sobre cerrar ciclos y la dificultad de hacerlo. Pero, también es algo que ve como necesario dado a que por su edad, el físico definitivamente ya no es el mismo al de cuando debutó hace más de una década, siendo parte del punto cumbre de la dinastía tigrera de los 2000s.

Con todo eso en mente, el jardinero de 40 años que ahora hace vida solo como bateador designado y lógicamente teniendo menos tiempo de juego al de otrora, se ha destacado como un competidor que tiene como meta muy clara llegar al millar de indiscutibles para cerrar su carrera a lo grande; eso a la par de ganar con su equipo.

Y es que llegar a 1.000 lo pondría dentro de una lista bastante prestigiosa en la pelota venezolana, una que encabeza Víctor Davalillo con su inalcanzable cantidad de 1.505 y además componen:

• Robert Pérez, 1.369
• Teolindo Acosta, 1.289
• César Tovar, 1.254
• Luis «Camaleón» García, 1.058
• René Reyes, 1.048
• José Castillo, 1.039
• Tomás Pérez, 1.012
• Luis Sojo, 1.007

Un logro histórico y exigente

En una temporada tan corta como lo es la venezolana, es demasiado difícil alcanzar dicha cifra y más aún lo es emular la cifra de «Vitico», que de hecho es el único que ha conectado 100 inatraples, en una zafra 1979-80 en la que consumió 295 turnos, a sus 40 años y ya con el éxito de ser el «Rey del Hit» de la LVBP. Sin duda algo que cuando se lee hay que enmarcar, enaltecer y por supuesto atesorar

Alex Romero por ejemplo, está a 10 hits de los 1.000 en su temporada de 40 años y en la que es la de su retiro. De ahí lo exigente y lo místico del hecho de poder al menos acumular mil indiscutibles en nuestra pelota. Igualmente, la premisa para codearse en ese grupo, es también tener un gran recorrido en el circuito, conservar la calidad hiteadora y mantenerse jugando gran parte de una campaña. En fin, tener durabilidad.

No obstante, el nacido en Maracaibo también tiene una carrera contra el tiempo. Ya expusimos que está jugando poco y a las Águilas les restan 32 encuentros en el calendario, 10 de distancia suena poco, pero en el contexto de la LVBP, donde todo sucede demasiado rápido y la consistencia es clave, dar una decena de hits en al menos una treintena de visitas al plato puede convertirse en una ardua tarea.

Todo dependerá de cómo Romero pueda encarar cada turno que le reste; de nuevo, basados en ese tiempo de juego, aunque también hay que reconocer que el zuliano es un experto en ajustarse a los turnos y a sus lanzadores rivales. Es algo que lo ha caracterizado a lo largo de su carrera, tiene con qué dar una alegría en su recta final.

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